viernes, 10 de julio de 2009

http://www.evaluacion.edusanluis.com.ar/2009/07/potencialidades-de-la-evaluacion-de-la.html

2 comentarios:

  1. Muy interesante el artículo sobre evaluación. Los invito a participar de este blog para debatir y compartir las experiencias educativas y pedagógicas que conforman el entramado de la complejidad. Propio del campo de la educación.

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  2. Soy Profesora y Licenciada en Letras por la Universidad del Salvador, donde ejerzo actualmente. También doy clases de Semiótica en un Profesorado en Letras. He llegado a la conclusión- y no he descubierto la pólvora- de que la lectura errónea o nula de los textos, la falta de comprensión lectora, la mala ortografía y la ignorancia son un mal endémico en nuestra Educación. Dejó de ser un simple foco infeccioso y pasajero para devenir en un mal crónico. Esto viene acompañado de la desidia y de la prepotencia del ignorante: el "sí, no sé nada y no me importa". Estos chicos hoy son los que nos pueden gobernar, legislar, juzgar o curar mañana. La exigencia no es un mal, es una necesidad. Al docente se le exige que esté preparado, actualizado, que contenga, que dé de comer, que haga censos, que fiscalice en elecciones, que anime el aula, que no aburra, que no traumatice y, como si fuera poco, que imparta conocimientos o que sea la guía apropiada en dicho proceso. Si bien ejerzo en un nivel terciario y universitario, en ambos se exige cada vez menos y se acortan las carreras. El nivel cultural con el que ingresan es bajísimo. Se nivela hacia abajo. La integración masiva y multicultural no se logra así. ¿No sería conveniente nivelar para arriba?

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